Por Vanina Maria Casali.
Es fundamental concientizar y sensibilizar a toda la comunidad educativa acerca de la importancia de garantizar el derecho a la educación de todas las personas. La Igualdad de oportunidades pedagógicas para todos es crucial. La misma es inherente a una educación inclusiva, equitativa y de calidad que promueva y propicie un aprendizaje significativo, personalizado en aquellos casos que fuere necesario.
En el aula coexisten tantas formas de aprender cómo los alumnos se encuentran en ella, no obstante, no todos aprenden lo que les enseñamos de la misma manera. No olvidemos que cada alumno es único e irrepetible; cada uno de ellos trae consigo un bagaje de vida con experiencias previas de conocimientos, una trayectoria escolar personal y por lo tanto la manera de aprender también varía de acuerdo a sus competencias, habilidades, características y su propio ritmo de aprendizaje.
En la actualidad los docentes poseen distintas y variadas herramientas para trabajar con la diversidad y la heterogeneidad en el aula. No obstante, en ocasiones, implica un gran desafío pensar diferentes estrategias de enseñanza para algunos alumnos que presentan dificultades en la adquisición de conocimientos y es fundamental respetar sus procesos de aprendizaje, sus individualidades y singularidades.
Las dificultades específicas de aprendizajes, DEA son “alteraciones de base neurobiológica que afectan a procesos cognitivos relacionados con el lenguaje, la lectura, la escritura y/o el cálculo matemático” (Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, 2019) con implicaciones menores o mayores
relevantes en el ámbito escolar. Las mismas acontecen de manera única e irrepetible en cada persona es por ello que el rol docente es primordial tanto en la prevención, detección e intervención oportuna y eficaz en los procesos de aprendizaje.
Se debe trabajar de manera colaborativa junto a otros profesionales de la salud de manera interdisciplinaria e integral, aunando criterios a través de una escucha atenta y efectiva en pos del beneficio integral del alumno.
En nuestro trabajo diario en el aula podemos encontrarnos con las siguientes difi cul tades específicas de aprendizaje:
Disgrafía: es la dificultad para automatizar y lograr el correcto y fluido trazo de los grafismos (letras) de manera que se ubiquen en un espacio gráfico determinado.
Discalculia: es una dificultad en el aprendizaje de las habilidades aritméticas básicas, que impacta en el nivel de rendimiento escolar y en las actividades de la vida cotidiana.
Otros nombres para manifestaciones similares:
Discalculia del desarrollo. Dificultades matemáticas.
Trastorno específico del aprendizaje con limitaciones en matemática.
Dificultades en el aprendizaje matemático (DAM).
Disortografía: es la dificultad para conseguir una ortografía correcta. Esta dificultad implica inconvenientes en el procesamiento ortográfico.
Dislexia: es caracterizada por la presencia de dificultades en la precisión y fluidez en el
reconocimiento de palabras (escritas) y por un défi cit en las habilidades de decodificar ción (lectora) y deletreo.
En el contexto áulico podemos encontrar alumnos que presentan una buena trayectoria escolar en casi todas las áreas, sin embargo, tener una disminución de habilidad en un área específica, ejemplo de ello puede ser un excelente narrador y poseer gran destreza física y desenvolverse de forma positiva en sus relaciones sociales, pero poseer dificultades, en el área de matemática. O por el contrario puede tener un desempeño excelente en cálculo mental, pero no logra realizar una lectura reflexiva y comprensiva.
Las DEA son constitutivas de la persona y van a acompañar al alumno a lo largo de todo su desarrollo y por ende durante toda su trayectoria escolar, es por ello que la responsabilidad de la escuela y de los profesionales de la educación, es la de prevenir o detectar a tiempo las dificultades y sugerir a los padres una consulta cuando se requiere. Un adecuado trabajo familia- escuela soluciona gran parte esta problemática que afecta a muchos estudiantes en la actualidad.
El docente debe tener una formación continua y constante a través de cursos y conferencias incluso especializaciones y tener en cuenta tres puntos importantes: detección, estudio y acción.
En la detección, la mirada del docente debe ser capaz de mirar eso que se presenta distinto, que obstaculiza el poder hacerse de los conocimientos. Es fundamental una observación permanente de los procesos de aprendizaje y del desarrollo general de cada alumno.
El estudio, el saber. El educando debe tener un buen conocimiento del desarrollo infantil, de las etapas evolutivas del niño, ya que ello permite identificar dificultades y diversos signos, síntomas. Todos los días los maestros debemos capacitarnos, y actualizarnos en nuestros conocimientos. La formación debe ser continua y permanente. El conocimiento del marco legal también es fundamental, en este caso está dado por la Ley 27306 que en su artículo 1 sostiene como objetivo prioritario garantizar el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA).
La acción docente. El rol del docente es trascendente, debe poder brindar diferentes estrategias, realizar las adecuaciones curriculares pertinentes, realizar lectura anticipada, realizar la adaptación del tamaño de la letra, explicitar pasos, refuerzo de la oralidad, otorgar mayor tiempo, reducir la cantidad de actividades, fraccionar las evaluaciones, señalar aspectos positivos, trabajar con un compañero, etc. Impidiendo el bajo rendimiento y autoestima, la dificultad en la adquisición de conocimientos, frustración escolar y/o abandono del mismo para poder acompañar, ayudar y alojar a los alumnos con DEA (dificultades específicas de aprendizaje).
Por lo tanto el docente debe facilitar el aprendizaje resaltando el talento, descubriendo sus potencialidades, promoviendo la superación de las problemáticas valorando el error como oportunidades de aprendizaje, realizando las adecuaciones curriculares necesarias para que nuestros alumnos cumplan con su trayectoria escolar de manera exitosa, llamando exitoso no sólo al resultado fi nal sino a que su paso por el aula sea rico en contenido y en experiencias positivas donde se reconozcan como capaces de enfrentar nuevos aprendizajes.
Para finalizar y a modo de reflexión, nues tro punto de partida como docentes, en este nuevo paradigma educativo, tiene que ver con la incorporación de nuevas estrategias metodológicas, nuevos recursos didácticos y actividades de aprendizaje en los procesos de enseñanza aprendizaje para que los mismos sean efi caces en pos del beneficio integral de los alumnos en la construcción de saberes. Una visión en donde se concibe a cada alumno como un ser único e irrepetible que posee su propia manera de conocer, de aprehender los conocimientos y construir su propio aprendizaje. Para ello el rol docente es primordial y clave en este proceso. Debe propiciar un entorno de enseñanza aprendizaje más dinámico, flexible y activo enriqueciendo así las prácticas pedagógicas. Es preciso que el docente indague, se informe, se capacite para lograr una detección precoz en estas problemáticas apuntando a la prevención primaria. A su vez tener una mirada empática y profunda para acompañar su aprendizaje evitando frustraciones y el fracaso escolar; debe conocer la singularidad de sus alumnos, sus fortalezas y debilidades para diseñar una propuesta adecuada para cada uno de ellos. Un aprendizaje individual y personalizado, para diseñar una propuesta educativa adecuada. Debemos planificar estrategias y para poder hacerlo debemos conocer de qué hablamos y qué podemos hacer, es preciso pensar estrategias a corto y largo plazo. Deben ser propuestas de trabajo que lo respeten considerando sus posibilidades. Se tendrán que modificar las formas de presentar y evaluar la producción del conocimiento, pero no el contenido. A esto hace referencia la Ley Nacional 27306 cuando sostiene la nece sidad de: “Reconocer la necesidad de ajustar los procesos de evaluación a las singularidades de cada sujeto”; “Asumirse, todo el equipo docente institucional, como promotores de los derechos de niños, niñas, adolescentes y adultos, siendo que las contextualizaciones no implican otorgar ventajas en ellos frente a sus compañeros, sino ponerlos en igualdad de condiciones frente al derecho a la educación”.
Dejar comentario
Tiene que estar Conectado para enviar un comentario.